Galápagos, 2016

The Galápagos Islands, or the “Enchanted” islands, as its better known, has had a huge influence in the science community. The first written theory of evolution was completed by Charles Darwin in his expedition to the islands on the Beagle ship. When the English naturalist arrived in the Galápagos, he noticed that there was unique wildlife that he had not seen before in other countries, and it was exceptionally intriguing because the islands are far from the continent. He was fascinated with the various finches on each island, which had different beak sizes and he determined were used for different feeding purposes. He sent a sample of each of these species back to England. Upon his arrival, English scientists confirmed that all of these species had a common genetic origen. However, each species adapted to different biological conditions on each island in order to survive. This discovery led Darwin to conclude that life has evolved and changed over millennia. 

When I first stepped on these islands, I felt the same fascination that Darwin must have felt when I arrived. I was just 7 years when I decided to study nature while I was chasing a giant iguana to take a picture of it. I returned many times after that first experience. When I graduated from high school, I traveled to Galápagos to explore my career options and carefully decide what intrigued me the most. At the end of this trip, I was mesmerized by the schools of colorful fishes, being approached by tame sharks, and enchanted by playful sea lions. I was also inspired when I witnessed the efforts done by biologists to protect giant tortoises as old as Darwin. After this experience, I decided to specialize in marine biology. 

Four years later, I am about to graduate with a Bachelors of Science from the University of California, Santa Cruz. Throughout my time at college, I have read a lot about Galápagos, and the ways that the islands will be affected by climate change and ocean acidification. This is the reason why someday I would like to go back to my country, and hopefully, work with the Ecuadorian government to find ways to conserve this World Natural Heritage. Although Ecuador is not have strong economic growth, the country has made huge conservation efforts to maintain the original enchantment of these islands. That's why I recommend everybody should visit Galápagos at least once in their lifetime. Surely you will experience the same astonishment for nature as Darwin and I felt.   

Las islas Galápagos, mejor conocidas como las "Islas Encantadas,” han tenido una gran influencia en el conocimiento científico sobre el origen de la vida. La primera teoría de la evolución fue completada por Charles Darwin en su expedición con el barco Beagle a estas islas.  Cuando el naturalista inglés llegó a las Galápagos, observó que había animales únicos que no había visto en otros países. Él quedó fascinado por la diversidad de animales que habitaban una geografía tan agreste y alejada del continente. Estudió las  diversas formas de los caparazones de las tortugas gigantes y notó que los pinzones de cada isla tenían diferentes tamaños de picos para diferentes tipos de comida. Envió una muestra de cada especie, y con esa idea se quedó hasta que a su regreso a Inglaterra le confirmaron que todos ellos tenía un origen común, pero que se habían adaptado a las condiciones biológicas de cada isla. La vida había evolucionado y cambiado a lo largo de milenios.

Esa misma fascinación que debe haber tenido Darwin la sentí cuando pisé por primera vez estas islas. Tenía apenas 7 años, y mientras perseguía una iguana gigante para tomarle una foto decidí que quería estudiar la naturaleza. Regresé varias veces, y al terminar mis estudios secundarios fui a Galápagos para explorar mis opciones de carreras, y cuidadosamente decidir lo que más me gustaría hacer. Al final de ese viaje, después de maravillarme con cardúmenes de coloridos peces, acercarme a tiburones mansos y lobos marinos juguetones, y al ver el esfuerzo que los biólogos hacen por conservar a tortugas gigantes tan viejas como Darwin, decidí que quería especializarme en biología marina. 

Cuatro años después, estoy por graduarme con una licenciatura en ciencias de la Universidad de California, Santa Cruz. Y en todo este tiempo he leído mucho sobre Galápagos y como va a hacer afectado por el calentamiento global y la acidificación de los océanos. Esa es una de las razones por las que quisiera regresar a mi país, y espero algún día poder trabajar con el gobierno ecuatoriano para encontrar formas de ayudar a conservar este Patrimonio Natural de la Humanidad. Porque a pesar de no ser un país rico, el Ecuador hace enormes esfuerzos de conservación para mantener el encanto original de las islas. 

Por eso quisiera recomendar a todos que visiten las Galápagos por lo menos una vez en su vida: seguramente van a experimentar el mismo asombro por la naturaleza que Darwin y yo sentimos.